El blog de natalia.1

El problema está cuando la obra no está dentro del dominio público y, curiosamente, ésta es la situación que se da en la mayoría de los casos. Esta situación es mucho más complicada y requiere que la vean desde diversos puntos de vista.

En primer lugar, lo que hay que hacer es conocer si el autor ha expresado su oposición a la utilización de sus obras como base para crear trabajos derivados. Hay casos, aunque no muy frecuentes, en los que los autores se oponen de manera directa. En estos casos, tales páginas web como fanfiction.net no permiten publicar los fanfiction de dichos autores, incluso llegando a avisar sobre ello en sus normas.

Pero la oposición también puede ser indirecta y, en este caso, la situación se vuelve más complicada. Esto se daría, por ejemplo, cuando el autor, en lugar de decir “Me opongo tajantemente a que mis obras se utilicen para la creación de trabajos derivados” diga algo así como, “No me parece adecuado que las personas escriben fanfiction”. En este caso, la posición del autor es difícil de determinar, y habría que ponderar qué actitud adoptar. En principio, al no ser que la oposición sea expresa, existe la presunción que estaría permitido escribir las obras derivadas basadas en los trabajos de esos autores. Esto, sin embargo, es bastante discutible y no siempre fácil de determinar.

El fanfiction es un género de literatura derivativo que consiste en variar las obras literarias existentes, conservando, normalmente, a los personajes principales. También se denomina pastiche. Su creciente popularidad, al igual que el hecho de que haya casos en que se publique y sea, por tanto, lucrativo, hace que se cuestione cada vez más su legalidad.

Habría que aclarar ciertos conceptos. En primer lugar, está la cuestión de si los autores de la obra original están o no a favor de que se escriban obras derivativas de sus trabajos. En segundo lugar, hay que saber si la persona que escribe el fanfiction tiene o no la intención de publicarlo.

Tratando la primera cuestión, debe decirse que las opiniones de los autores varían, pasando de los que están abiertamente a favor de los fanfiction (estos no son muy numerosos), acabando por los que están en contra y que prohíben expresamente que se publiquen los pastiches basados en sus obras (tampoco son muy numerosos, pero existen). La gran mayoría de los autores se encuentran en el término medio: no lo apoyan, pero tampoco hacen nada para impedir que se escriba. Quizás, al hacer semejante distinción, se debería ahondar un poco más en el asunto.